Esta frase siempre me recuerda que cuando quiero conseguir algo todo empieza por poner a trabajar mi mente e imaginarme: ¿qué quiero alcanzar, a dónde quiero llegar, con quién me gustaría emprender el viaje?.

Todo lo que hemos creado comienza por un sueño que te lleva a hacer planes para hacerlo realidad. Para mí esta es una de las mejores fases de un proyecto, por que es el momento en que te imaginas que todo puede ser posible.
Crea un plan preciso y actúa de inmediato aunque no te sientas preparado. Nunca vas a sentirte 100% listo, pero si vas haciendo un plan donde sepas que pasos necesitas tomar siempre es más fácil comenzar.
A veces nuestro mayor bloqueo es el miedo que nos deja paralizados y no nos deja pensar con claridad en cuáles podrían ser esos pasos.
La experiencia se adquiere con la práctica continua, esta práctica con el tiempo se convertirá en un hábito.
Apunta un tiempo límite, puedes empezar con acciones sencillas que requieran de poco tiempo, que sean metas concretas, realizables y medibles.
Empieza hoy mismo, apunta 3 acciones que puedes tomar antes del final del día para comenzar tu proyecto.
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